"Y ten miedo de mi, porque no vaya a ser..."

“El hombre llega mucho más lejos para evitar lo que teme, que para alcanzar lo que desea”.
Dan Brown.

¿Qué pasó con el RENAUT?
La información se perdió. Hace meses, la gente se volvía loca por registrar su Clave Única de Registro Poblacional, para no perder su línea celular, pero tengo entendido que no pasó nada. Salvo a que el primer fin de semana de este Octubre, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, en otra de sus maravillosas declaraciones (estilo foxista, por supuesto sin contexto), comunicó que son 71.4 millones de teléfonos registrados bajo 49.5 millones de CURP.
Lo interesante es que, casi 22 millones de líneas pertenecen, ya sea a un mismo dueño con una CURP y más de un teléfono, o bien, registros a nombre de famosos políticos y artistas que acumulan cientos de líneas.
En fin, lo del “alta” quedó atrás, ahora… ¿De qué me sirve a mi, como mexicana poseedora de un celular registrado?
En primer lugar, la intención de este registro era la disminución de extorsiones telefónicas. En los últimos doce meses, mi familia (común, trabajadora y clasemediera), hemos recibido 4 llamadas de intento de extorsión o amenazas de secuestro. Incluso a personas humildes que conocemos, con estilos de vida sencillos y planes telefónicos básicos que pagan a duras penas, reciben este tipo de llamadas. Supongo que los delincuentes las hacen al azar, “por si caen”. ¿Qué procede?

Se busca
Se busca información relacionada entre RENAUT y la manera de denunciar una extorsión. Resultados: ninguno.
Se busca la manera de consultar en el RENAUT a quien pertenece el número del que me llaman. Resultado: ninguno.
Se busca un CURP. Necesito: fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, nombre completo, y se genera un CURP completo. Cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, puede saber la Clave de cualquier mexicano. O sea, cualquier persona pudo dar de alta su celular con mi CURP, y yo ni enterada. (tip, consúltalo, alguien puede hacer extorsiones a tu nombre, nomás por si un día de estos, el RENAUT funciona).
Conozco personas que se guían por una filosofía de vida muy práctica: "si no sabes hacerlo, hay que saber quien sí sabe”. En estos asuntos, tengo la ventaja de que, uno de mis mejores amigos, sea jefe de un área importante de una compañía de telefonía celular. Al principio fue una consultita, por si las dudas. Hoy en día, no me contesta los correos porque en los últimos tres meses le he tenido que enviar 8 teléfonos para reportar amenazas de todo tipo, a familiares y amigos muy cercanos. En el último correo, ya desesperada le pregunto ¿qué hago?, y me contesta: “se supone que para eso es el RENAUT, pero no tengo ni idea de cómo se usa esa madre”. Otro problema, dos de los ocho teléfonos pertenecían a otras compañías, por lo que me pudo dar el nombre de la empresa, más no del delincuente.

Miedos
Que en alguna ocasión, una llamada de éstas sea en serio: un accidente, un familiar que necesita ayuda, un secuestro… y nosotros inventando estrategias para desenmascarar la “mentira” de quien esta al otro lado del teléfono.
La gente que vive lejos de casa, sobre todo, los estudiantes que de por sí se exponen, trayendo carros con placas de otros Estados en las ciudades donde se encuentran. Se exponen también, a que “seguramente sus papás tienen con qué pagarle los gastos”, siendo que, la mayoría se van o becados, o con crédito educativo, o ambas; pero siempre, con mucho esfuerzo de su parte y de su familia.
Que hayamos registrado datos personales creyendo en nuestro Gobierno, y que sea usado para todo, menos nuestra propia seguridad.
Y por último, y el más grande de los miedos: nuestra propia reacción como víctimas, porque, al final, “El hombre llega mucho más lejos para evitar lo que teme, que para alcanzar lo que desea”.


renee.angelica@gmail.com

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