Traduciendo la Pérdida - Parte 2

Los errores que nadie quiere ver 

  1. El pasado no es noticia 
  2. El MOMENTO, el error de interpretación de datos
  3. Las IDEAS y la otra mujer de la boleta 
"Buenos días América", caricatura por David Rowe compartirda por el autor vía twitter 


Hoy en día, la gente está más preocupada por el panorama futuro del triunfo de Trump, que ver los importantes errores que llevaron a Hillary Clinton al segundo lugar. Cuando se escribió la primera parte de ésta serie, aún no terminaban los conteos. Donald Trump ya había logrado los 270 votos de los Colegios Electorales, pero tres días después, sabemos que Clinton tuvo un mayor número de votos de los ciudadanos americanos, mientras los Colegios Electorales dieron el triunfo al Republicano. Eso es un malestar que está haciendo noticia por sus consecuencias, pero pocos hablamos de la raíz del problema.  

Estamos viendo las dos partes de una violencia televisada, twitteada y compartida en facebook; donde los votantes de Trump pueden sacar el odio guardado en sus tripas contra todos los que no sean blancos. Por otro lado, están despertando los que ven que, la “democracia” que ha presumido la cultura gringa siempre ha sido una gran mentira en su propio país, donde los votos de la mayoría no ganan si una institución dice lo contrario. Si el sistema de elecciones de otro país fuera idéntico y manipulable, pero Estados Unidos tuviera interés de algún tipo en invadirlo, usaría ese pretexto de “defender la democracia” y ocasionaría una guerra. Ahora los americanos están abriendo los ojos de que su proceso electoral es una falsa democracia.  

Hablando de mentiras y del funcionamiento del sistema americano, y retomando los 4 elementos del EMPODERAMIENTO CÍVICO del que les he venido hablando, la campaña de Clinton tuvo descuidos graves en 2 de los elementos que la encaminaron a perder: nosotros lo llamamos “el MOMENTO” y “las IDEAS”. 

Nos referimos al MOMENTO como el dato duro: Quien vota, cuando vota, como vota, que piensa… es un proceso estadístico que nos da los números del escenario. Si bien EUA es un país famoso por sus encuestas y datos, saber interpretarlos es un arte. Quizá sepas cuantas mujeres hay, y cuantas votan por ti, pero ¿por qué votan por ti? o ¿por qué tus opositores no votan por ti?. Reducir las encuestas a un número frío, y un levantamiento de muestra principalmente urbana, impidió la posibilidad de ver el escenario mayor: no midieron el área rural, la mayor extensión de territorio estadounidense acumula esa mayoría, ni se midió tampoco la posibilidad de los efectos sobre las decisiones de los Colegios Electorales. 

Bernie Sanders era parte del MOMENTO desaprovechado. Los millenials y la Generación Z, es decir, los votantes de 18 a 32 años, tienen un amplia perspectiva del sentido liberal y social. En un principio, la carrera Demócrata Clinton vs Sanders era un caso de estudio inspiracional para los que amamos la mercadotecnia política: pese a los 75 años de edad de Sanders, los jóvenes lo amaban: sus posturas socialdemócratas nuevas para los estadounidenses, proponían una contundente mejora al nivel de vida para la clase media, planes para revertir el cambio climático, la defensa de los derechos humanos, y una política migratoria basada en los derechos del migrante. Para éstas dos generaciones que ven el mundo como una casa, no como un medio de producción, era una promesa de futuro. 

En esa carrera de precandidatos, la campaña de Hillary se enfocó a ganarla con “endorsements”. En un país donde todo se vende, necesitas comprar una candidatura por medio de 2 tipos de “endorsements”: por el lado político, el “endorsement” es un funcionario electo que otorga “su bendición” a otro político; y por parte de las empresas el “endorsement” se llama PAC o Super PAC, que es dinero recaudado para la campaña y por ende, comprometen al candidato a ciertas tendencias en sus decisiones. Para ser candidato, el partido elige al que gana más endorsements, tanto políticos como económicos. 

Detrás de los super PACS, la generación que apoyaba a Sanders se sentía ofendida con justa razón: cuando menos 2 millones de dólares reunidos para Clinton provenían del Podesta Group, representante de compañías como Monsanto, ExxonMobil, bancos, petroleros, minas de carbón, corporativos como Walmart, en fin; los grandes antagónicos de la propuesta liberal y ecológica de Sanders. La juventud más radical nunca encontró en Clinton una candidata digna de resarcir la traición de los Super PACS, pero candidata demócrata al fin, era la mayor contendiente de Trump representando ideas liberales mucho más neutrales que las que le habían llenado el ojo a la juventud. El martes 9 de noviembre, la insatisfacción le restó a Clinton 4 millones de votos que terminaron siendo para el Gobernador de Nuevo México Gary Johnson, candidato independiente; y “la otra mujer de la boleta” la médico, profesora y política del Partido Verde de los Estados Unidos, Jill Stein.

Y es que el voto joven que ha protestado toda la vida con pasiones políticas, ahora espera un cambio real, ya que el sistema corrupto establecido, se ha acabo el futuro, el medio ambiente, el empleo, la economía y la salud, sin medir consecuencias. Las generaciones anteriores “piden” un cambio, pero terminan votando por partidos aquí y en Estados Unidos; mientras los jóvenes buscan la alternativa y eso crea una brecha divisoria. Cada vez más, se votará por lo que huela a independiente vimos con el Bronco y Kumamoto en México. Ignorar el dato de encuesta para dar paso a la inercia partidista, está llevando a fracasos serios, porque estamos viviendo problemas serios; y nos da un pronóstico de lo difícil que será el 2018. Ignorar la interpretación del MOMENTO, no nos permite a generar las IDEAS eficientes, que son el último escaño de una estrategia política exitosa. 

Las IDEAS son la presentación de la campaña: que medios de comunicacíon, que formatos, que noticias, que discursos, cuales plataformas de redes sociales y como serán los públicos votantes. Vivimos en sobreoferta de medios de comunicación, por lo que el trabajo del equipo de comunicación y medios digitales debe ser exhaustivo y preciso. Las nuevas generaciones te dan únicamente 7 segundos de atención. ¡7 segundos para vender una idea que gane una campaña! 

Después de la cruda precampaña contra Sanders, Clinton tardó meses en presentar algo decente. La ayudaron los debates porque el mundo tenía los ojos puestos en ellos para ver con que tarugada salía Trump, no para ver a Hillary ganarlos. Ciertamente, Hillary se vió presidenciable en los debates y fue cuando ocurrió parte de la magia que buscaban, poder identificarlo con la lucha vivimos las mujeres trabajadoras todos los días: Un hombre gana más dinero por el mismo puesto que una mujer. Un hombre puede estar menos preparado que una mujer, pero competirán como iguales y serán juzgados sesgadamente. Una mujer es juzgada por su físico, su maquillaje, su ropa, sonreir demasiado, no sonreir lo suficiente, que su sonrisa no sea demasiado cínica, pero que tampoco se interprete como ignorancia… lograr la sonrisa, el porte, la energía perfecta de “ni muy muy ni tan tan”, es desgastante y agotador, para que llegue un hombre a decir tonterías potenciales y tenga la misma posibilidad de ganar lo mismo a lo que las mujeres aspiramos preparando tanto detalle y a base estricta de resultados. Fué una buena IDEA que logró un kilo de empatía de parte de las mujeres profesionistas. 

Pero entonces, la retórica regresa al punto de inicio: si votamos por la mujer por tener vagina y por vivir lo que nosotros vivimos, pero la mujer representa a los demonios políticos que queremos combatir, había otra mujer en la boleta que se llevó la mínima parte, pero restándole el voto “mujer por ser mujer”. Si votamos por las ideas más liberales, había un candidato independiente que representaba apagarle el switch al sistema bipartidista. Entonces 4 millones de votos que hubieran inclinado la balanza de manera contundente, fueron difuminando el triunfo convirtiéndolo en competencia cuello a cuello. 

Las IDEAS costaron muy caras, y el útlimo recurso fue el endorsement de grandes celebridades para conectar con el público joven, utilizando más que la convicción de votar por Clinton, el odio y las boberías sexistas y xenofóbicas en contra de Trump. Y aún así, las mujeres blancas casadas y dedicadas al hogar, otorgaron el voto Barbie: (rubio y con cabeza de aire); ya que no conectaron con el mensaje feminista tardío y mal explicado. 

La existencia de resultados electorales descabellados, son tendencia mundial. Votar por el Brexit en Gran Bretaña, votar por el “NO (a los acuerdos de paz)“ en Colombia, demuestran que los problemas educativos se están reflejando en las decisiones políticas, y es una catástrofe más consecuencia de los sistemas corruptos establecidos. Es muy fácil no pensar. Si no piensas en la política, te dedicas a lo tuyo. Si no participas en política, vas con la inercia. Si la inercia está bien, ¿por qué cambiarla?. Y esa es la contracorriente: a toda acción corresponde una reacción: los educados contra los que no, los que piensan contra los que no, los que salen de la zona de confort contra los que se aferran a ella. 

Cierto es que la zona de confort nos está llevando al carajo, espero que los pensantes estemos lo suficientemente sacudidos para empezar a hacer algo.

Gracias.  


Renée Angélica García 

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