Traduciendo la Pérdida: Parte 1.

Parte 1. El como y el por qué. 


  1. El racismo sí existe.
  2. Ella no vino, él sí. Votaré por quien vino a visitarme
  3. Por qué triunfó el odio 

El 4 de marzo de 2016, les explicaba a los alumnos de la Universidad La Salle del Noroeste, que Donald J. Trump era el único que podía ganar la presidencia en ése momento. El modelo de Empoderamiento Cívico que manejamos en nuestra agencia analiza 4 elementos que llevan a cualquier candidato al éxito, y el único precandidato que los tenía, es hoy Presidente Electo.  Olvídate de que estamos en el 2016, de los derechos humanos, de que somos iguales y que el racismo no existe… Tenemos un resultado que conmociona, sí, pero que si analizamos las tripas y el corazón de los Estados Unidos, siempre fue posible.  

Hay una fórmula muy poderosa que utilizamos los estrategas políticos: el odio mueve más. Ésto lo aprendimos de los maestros de mercadotecnia política, los estadounidenses. Cuando hay algo que defender, se apela a nuestros instintos más primitivos de supervivencia. Entramos en un sistema de alerta extrema y tomamos las acciones necesarias para que, lo que tenemos en el momento, no cambie. Te lo explico: cuando éramos cavernícolas y venía el lobo a la cueva, hacíamos todo para matar al lobo y no se comiera a ningún humano de la cueva, ni alterara la paz de dentro de la cueva, ni dejara su olor en la cueva… En este caso, “el lobo”, es la evolución social de los derechos humanos de Estados Unidos. 

1. El racismo si existe: 

Los mexicanos no estamos acostumbrados a dividir las razas por origen étnico, porque la mayoría somos hijos del mestizaje. Pero en Estados Unidos, las razas sí son un factor poblacional fuerte, sobre todo porque entre las mismas razas, quienes no reciben una educación universitaria, suelen tener fuertes arraigos culturales, sociales y religiosos en común. El permanecer sin educación superior y con mínimo contacto interracial, es caldo de cultivo para fomentar la xenofobia y perpetuar el racismo. 

Primero, es importante saber quien votó. 70% de los votantes de esta elección eran blancos. Si destripamos los resultados electorales condado por condado, encontramos pequeñas poblaciones rurales donde Trump ganó con el 50, 60, 70, y hasta el 84.9% como en Hanover, New Hampshire. La población blanca rural suele tener valores de ultraderecha: trabaja por tu propiedad privada, comportarte como te de la gana dentro de propiedad privada, defiende con un arma tu propiedad privada, que nadie se meta contigo, el gobierno no te debe nada ni está obligado a darle nada a nadie… Los que pertenecen a esa ideología política votan por el Partido Republicano. Cuando ésta población tiene formas de ser y de pensar extremos, y caen en un estereotipo de mínima educación, los nombres peyorativos que se utilizan vulgarmente son: rednecks, white trash, crackers, hillibillies…  

Para platicarte un poco más de donde viene todo esto, y los orígenes del odio de la comunidad rural americana: la Guerra Civil de Estados Unidos fue más importante que su Independencia de Inglaterra. La lucha fue entre los estados del sur (los dueños de los campos y granjas) que deseaban conservar sus esclavos (su mano de obra), contra los estados del norte que promovían la abolición y económicamente tenían menos que perder, pero veían los derechos humanos como parte del progreso. Las comunidades rurales conservan ese sentimiento de pérdida de la guerra civil y del factor mano de obra, suelen tener más problemas de racismo, porque culturalmente fueron los que lucharon contra que los negros fueran libres. 

2. Ella no vino, él sí. Votemos por quien vino a visitarme: 

En México, cada voto de cada mexicano cuenta. En Estados Unidos no necesariamente: Al Gore ganó más votos, pero perdió la elección. Esto es posible por los Colegios Electorales, y sus Delegados. Cada uno de los 50 Estados posee un número de delegados según su población y su clase política. Por ejemplo, Arizona, tiene un valor de 11 puntos. Nueva York y Florida 29 respectivamente, New Hampshire 4, Hawaii 3… Los de menor valor tienen 3 puntos, el de mayor valor, California con 55. El ganador de la presidencia debe lograr más de 270 de éstos puntos. 

Los 50 estados y su valor electoral. Los azules fueron ganados por Clinton y los rojos por Donald Trump. Fuente CNN 


A las 9 de la noche, CNN nos dio la clave de la pérdida: Hillary Clinton no había vuelto a pisar Wisconsin (Estado de 10 puntos), desde las elecciones primarias. Entonces empezamos a observar que Clinton ganó en los Estados de los grandes centros urbanos y universidades, la Costa Este y Costa Oeste; que son las zonas que suelen salir en las películas y tener los grandes equipos de beisbol y otros deportes mundialmente famosos. Estos estados urbanos tienen mayor poder económico y mayor educación, también tienen una sociedad multicultural donde las distintas razas conviven y se educan. Trump sabía que sus discursos xenofóbicos y machistas no funcionarían ahí, así que su campaña se fue a los pequeños condados de gente acostumbrada a ser ignorada, a que las elecciones presidenciales pasaran sin ser parte de su vida. Esas personas que se sintieron escuchadas en su formación más profunda: las otras razas nos invaden nuestra propiedad privada. 

3. Por qué triunfó el odio 

Estados Unidos tiene siglos de historia donde el odio es funcional. La Gran Depresión sacó a las personas a trabajar por miedo a morir de hambre. La Guerra Fría hizo más recalcitrante la importancia de la militarización. Las tropas son veneradas, los veteranos son héroes a quienes, según las buenas costumbres culturales, alguien del restaurante les paga la cuenta a manera de agradecimiento por su sacrificio patrio. La defensa de America de sus enemigos imaginarios, venden millones de dólares en cómics y películas anualmente, en las que y se utilizan frases como "la tierra del libre y el hogar del valiente" en su himno nacional, así como “el líder del mundo libre” y “Comandante en Jefe” para referirse al Presidente de Estados Unidos. 

El 11 de Septiembre del 2001 creó un enemigo palpable para los americanos: los foráneos en suelo americano los metían a un riesgo de ataque en su propia tierra, porque, ellos tienen derecho de bombardear a los países del mundo “por la libertad y la democracia”, pero nadie en el mundo tiene derecho a atacarlos en su territorio. Entonces el enemigo invisible tuvo cara, y era morena, barbona y con turbante. Para muchos, los musulmanes no son ciudadanos estadounidenses que practican una religión, sino "son los terroristas".

En las calles de los Estados Unidos, mueren diariamente afroamericanos por la brutalidad policial. Cuando los esclavos fueron liberados, se quedaron sin sustento, constituyeron una nueva clase pobre, y muchos recurrieron a robar. En pleno 2016 a la luz del día, un niño negro fue asesinado por un policía mientras intentaba sacar su celular de su pantalón… “el policía creyó que estaba armado”. Para muchos, los afroamericanos no son ciudadanos estadounidenses de una raza en particular, sino "son los ladrones y asaltantes". 

55 millones de hispanos constituyen la raza latina de los Estados Unidos. Pero para muchos, no son ciudadanos estadounidenses y migrantes de otros puntos de latinoamerica, sino "son mexicanos, violadores y narcotraficantes".

Entonces, preparados culturalmente para la defensa de su país de cualquier enemigo local o extranjero, el discurso del odio funciona. Votar contra estos enemigos se convirtió en un deber cívico que los hace héroes, así como defienden el derecho de dispararle a cualquiera que entre a su propiedad privada. 

Para muchos el triunfo del odio resulta inexplicable, para quienes analizamos las estrategias de la política electoral, es una campaña ganadora con los 4 elementos del Empoderamiento Cívico. Trump hizo la tarea con una gran estrategia, muy lejos de lo que esperábamos los ciudadanos pensantes y educados. 


Sígueme para la segunda parte. 

http://reneeangelica.blogspot.mx

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