¡Estos Jóvenes!

Si yo fuera mayor (aunque la edad resulte tan relativa), creería en los jóvenes. Quizá no apostaría por sus modos ruidosos y protocolos ligeros, pero al ver a muchos "adultos", sus vicios y decisiones; prefiero las mentes abiertas y frescas.

Cuando una maña se arraiga, (en cualquier punto de la vida), ya no se quita. Y hay gente que arriesga mucho, con tal de seguir viviendo de esa forma. Cuando un joven tiene ideales claros, no se interesa en las mañas.

La vida no se trata de suerte, se trata de éxito; que llega con la persistencia de creer, y de vivir acorde a lo que creemos. Tengo un par de años tatuando en mis agendas una frase que saqué de un blog para universitarias: "Never give up on things that make you smile" que se tradujera mas o menos "Nunca te rindas (...luchando...) por las cosas que te hacen sonreir". Ha sido mi mantra, y ahora soy pionera regional en negocios de redes sociales. Tarde o temprano, alguien más iba a creer en esta pasión que tengo, y estoy viendo frutos que me han costado lo mismo que cuesta conquistar al amor de tu vida.

Trabajar por lo que creo, no me cansa, no me aburre, y voy buscando como niña enamorada, una estrategia para mejorar empresas, gobiernos, campañas, educación... Todo, por canales de creatividad y apertura a la comunicación. Hoy el mundo es de quien guste dirigirlo, y líderes y seguidores, se encuentran en terrenos neutros para compartir ideas.

Creo en los jóvenes que buscan las pasiones que muchos han ido perdiendo. Por lo mismo, supongo que los médicos se vuelven médicos hasta su muerte, porque apuesto a que salvar vidas es una dulce adicción. Entonces, las vocaciones no pueden ser ignoradas, ya que en algún momento renacen, para convertirte involuntariamente en lo que soñaste ser.

Y por último, la traición también es parte de la pasión y la vocación. Quien se dedique a la política por el reconocimiento y la certeza de que tarde o temprano manoteará lo que pueda, su ambición se apodera de su alma y pierde el significado de lo que un ciudadano le exige ser. Lamentablemente, es al mismo ciudadano a quien le pesa (y cuesta) esta traición.

Yo creo en los jóvenes que confían que ellos mismos, son pieza clave para la creación de un México Nuevo. Se transforman a sí mismos en agentes de cambio, se levantan pensando en aportar algo bueno.

Ojalá yo no crezca para dar por sentado nada. Ojalá que cada día me guste más que el anterior, y que mucha gente con pensamiento renovado y fresco, busque por medio de su talento como mejorar al mundo.

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