Marcas para contar historias

La Psicología humana es sencilla y predecible. Primero que nada, no somos flojos, somos eficientes. Tratamos de buscar la línea corta, para hacer las cosas más rápido.

En un curso intensivo con BJ Fogg, nos explicaba como computarizar los comportamientos, para lograr la participación de la gente en redes sociales. Como crear hábitos en un cliente, ritmos de comportamientos, y que nuestras marcas le faciliten la vida para convertirlos en clientes leales.

Somos también, gente de hábitos, de marcas que nos parecen efectivas y familiares, y de trampas seductoras para ser reconocidos como el mejor. En mercadotecnia, es posicionamiento; en psicología, es lealtad.

Durante el mismo curso, el pasado 5 de Octubre, me resulta algo irónico y agridulce, el vistazo que le echamos al siguiente paso en tecnología. Apple SIRI, de iPhone 4S, justo en el momento que su creador, Steve Jobs, el Tomás Edisson de nuestra era, fallecía rodeado por su familia en California. SIRI, evoluciona los teléfonos inteligentes a un nuevo nivel, en el que podremos hacer preguntas y dar instrucciones a nuestro dispositivo, para que nos resuelva con su inteligencia digital.

En memoria de Jobs, fuimos millones las personas que nos entristecimos, deteniéndonos a pensar por un momento, la revolución que este hombre hizo en la vida de todos. No hay computadora sin Mouse, dispositivo sin fuentes, dispositivo móvil, que no imite lo que este hombre ingenió para los consumidores. El mismo, fue un consumidor obsesionado con mejorar lo existente, y por llevarlo a grandes masas con la simpleza y elegancia que su marca representó.

¿Por qué lo admiro más? Porque mi corazón siente gran alegría al encontrar personas humanitarias que generan, además de millones de dólares, alivio, compromiso, y una fe distinta en lo grande que puede ser una persona entregada al mundo como fue Jobs.

A la empresa que él creó, le debo las herramientas que hacen de mi trabajo mi felicidad y satisfacción. Espero que me perdonen el comercial, pero creo que el tributo a un hombre único lo merece.

Testimonio del terremoto en Japón, extraído de un blog:

Según nos cuenta este trabajador que ha preferido permanecer en el anonimato, tras el terremoto se ayudó a la gente a desalojar el edificio de cinco plantas del distrito comercial de Tokio donde se halla la Apple Retail Store en la que trabaja. Sin embargo, como la ciudad se quedó colapsada completamente, la tienda comenzó a ser un hervidero de personas que buscaban desesperadamente estar informados de lo que estaba ocurriendo, a través del streaming de Ustream o mediante Twitter, Facebook y el correo electrónico. Él mismo comenta:

“Ya sabes cómo en las películas de desastres, la gente se reúnen en las calles alrededor de las tiendas de electrónica que tienen televisores en los escaparates para que puedan mantenerse informados de lo que está pasando. En esta era digital, en eso se convirtieron las tiendas de Apple en Tokio.”

En una muestra de compasión y bondad, los empleados no tardaron en poner a disposición de los transeúntes una gran cantidad de conectores de corriente de diez tomas con la intención de que pudieran cargar las baterías de sus dispositivos. Pero la situación no quedó ahí, pues tras el cierre a las diez de la noche, muchos empleados quedaron a las puertas explicando a los peatones cómo usar sus teléfonos móviles para contactar con sus familiares y amigos.

Estando conscientes que muchos de esos empleados de la tienda no iban a poder volver a sus casas con la situación caótica que vivía la urbe, la dirección de la tienda se había aprovisionado de alimentos con anterioridad para ofrecerles permanecer durante la noche en la tienda de la compañía. La tienda recibía la visita esos días del responsable internacional de recursos humanos venido desde Cupertino, quien rechazó la posibilidad de dormir en un hotel lujoso cercano con tal de pasar esas horas con los empleados. Al parecer incluso se aceptaron en la tienda familiares de trabajadores que se encontraban cerca y no tenían a dónde ir.

Durante esa noche, y aún hoy, son muchas las personas que se acercan a la tienda, aunque sea permaneciendo fuera de ella, en busca de la señal WiFi gratuita que Apple pone a disposición de todo el mundo (no es una medida especial, es así todo el año). Sin duda, es una historia para estar orgullosos de la marca de la manzana. Está claro que cualquiera habría actuado de forma parecida, pero saber que la empresa de Cupertino ha podido contribuir de esta forma a hacer más llevadera una dramática situación nos hace recordar que no todo son números, ventas y chips de silicio, también hay cabida para mostrar humanidad a los demás.”


En otros testimonios similares, el mismo Jobs ofreció ayuda médica y económica para los empleados, apoyo para los que decidieran evacuar y conservar su trabajo dentro o fuera de Japón y apoyo familiar.

Creer en lo que consumimos es sencillo cuando nos cuentan una historia nueva, cuando facilitan la vida, y cuando recibimos, como clientes, más de lo que esperábamos. “No pretendo ser el hombre más rico del cementerio, sino haber creado algo maravilloso”. Descanse en paz, Steve Paul Jobs. 1956-2011.

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