Mujer del Siglo XXI















Renée Angélica García, Marzo 8 de 2011.

Quizá esta sea la columna más personal que escriba, pero en el mes de la mujer, me he permitido a mi misma hacer una introspección profunda para encontrarme con la niña que fui, la madre que soy, y la mujer que quiero ser.

Empecé por pintar mis uñas de rosa neón. Inusual conmigo y mis prisas, me maquillé diario, y puedo decir, que la mayoría de los días me peiné... No en cola de caballo, sino trenzas, o plancharme el cabello, o algún detalle coqueto... lo máximo fue la noche de antro, con rizos y extensiones, me sentí peinada como Niurka Marcos (conste, sólamente peinada, no iba vestida como ella).

Otro de esos días, me tomé algunas fotos con la webcam, hablé con mi espejo y me eché flores yo sola. Cuando un amigo twitero me preguntó que si por qué necesito decir que soy hermosa si ya lo sé, me cayó el primer veinte: sabemos que somos hermosas, pero nos gusta que nos lo digan. Las mujeres debemos ser las primeras en hablarnos a nosotras mismas con amor y elogios.

Algo en mi corazón, se mueve. A mi edad, la temporada de bodas me hace pensar en familias, en cambios, en compromisos y en valores. Si bien, hace 10 años pensaba que sería artista, que sería diva, que no necesitaría de nadie, hoy me llegó la hora de replantarme preguntas. Mi hijo llegó a tiempo, la vida me lo prestó antes de enfocarme a mi carrera de lleno, y me dió un papel más importante e inesperado: ser madre en el siglo XXI. Más aún, ser mamá y papá casi 5 días a la semana. Reconozco que Alejandro y yo hemos logrado amar a ese cachorro con el alma, siendo sólo amigos, pero el corazón, la distancia y el trabajo de cada uno, nos han puesto en lugares distintos. No extraño lo que fuimos, adolescentes confundidos que quisimos ser una familia que no pudimos, pero agradezco a Dios a diario su apoyo y el cariño con el que hacemos todo lo posible por ver feliz a nuestro hijo, cada quien por su camino. Nadie enseña como ser padres, mucho menos han explicado como ser padres solteros y amigos, pero Bécker Andrés nos ha facilitado mucho guardando nuestros corazones en sus manitas.

Llega el silencio y necesito más. Estoy exhausta. Tengo un trabajo que me encanta, que no es lo que soñé, pero que me realiza en áreas donde puedo ser pionera, en el que siento que si hay cosas que no imagino o no uso la creatividad, se estancan. Me siento el hada madrina de los cuentos, buscando maneras de cumplir con una empresa que voy tejiendo con la investigación, tomo notas, escribo, proyecto, diseño. Trato de enfocarme en las metas y no pensar en lo que llena mi alma de inquietudes, pero la tarea, los exámenes del niño, la colegiatura, la chamarra perdida, la piñata, el shower de la amiga, el cumpleaños, se van comiendo minutos de mi concentración.

Este més leí un poco, específicamente a Pilar Sordo, pionera en la investigación de la psicología de lo femenino y masculino en latinoamérica. Página a página me encuentro con más peso: quienes crecimos después de la lucha de la mujer por la equidad de género, hemos tenido un campo abierto para ser como el slogan de Barbie: “ser lo que quieras ser”. ¿Y si quiero ser todo? ¿Y si quiero ser profesionista, y madre, y esposa, y exitosa, y señora de café, y tener tiempo libre, y el cabello bonito y verme impecable? ¿Y si todo lo que quiero ser, lo quiero cumplir con excelencia? Descubro entonces, errores en el feminismo.

Las mujeres que iniciaron esta admirable lucha, querían realizar sus sueños, pero nadie habló de límites. Nadie habló de ansiedad, de tiempos, ni de consecuencias, ni de cambios sociales negativos, identidades y roles perdidos. Las mujeres rebazamos en cantidad de féminas que fuman (no necesariamente en cantidad de cigarros). Los índices de alcoholismo en la mujer se dispararon. Madres adictas al jarabe para la tos. La libertad sexual se ha llevado irresponsablemente, y puedo darte un ejemplo: a los 18 años no tenía idea de como cumplir con los valores aprendidos en casa y las sorpresa de embarazarme terminando la prepa; por andar investigando a ciegas “porque hombres y mujeres teníamos los mismos derechos”. Aumentamos estadísticas positivas en cuanto a escaños en los gobiernos, en los puestos, en las direcciones de las empresas... ¿Me puede decir una mujer que trabaja 60 horas a la semana, dónde y con quién está su familia?

¿Donde ha quedado la magia que olvidamos llevar en el corazón? ¿De verdad podemos con tanto? ¿Cómo se están educando las niñas del cuadro de honor? ¿Les estaremos poniendo a nuestros hijos demasiada presión? ¿Serán felices? ¿Los preparé contra las drogas y el alcohol? ¿Qué será de ellos si quieren estudiar lejos? ¿Será lo suficientemente hombre para la sociedad o lo estoy sobreprotegiendo?

Hay expresiones que los mexicanos usamos mucho, y no reflexionamos: “no tiene madre”, “es un desmadre”, “hasta la madre”... Revisando el contexto, el mundo es lo que es, porque faltaron madres de calidad. Sobran madres cansadas, sobran madres abandonadas, sobran madres confundidas, sobran madres negligentes. Sobran madres exigentes, perfeccionistas y estresadas, que perdieron el respeto por sus hombres y los quieren tratar como hijos, “porque ellas saben más, porque ellas sienten más, porque ellas logran más”. Y me incluyo en el grupo de las que caminamos a ciegas, tratando de encontrar el honor y la justicia, los valores y la vida; entre el tiempo que no alcanza y, lo peor, que la sociedad parece olvidarse de que nuestro esfuerzo es todos los días. Pero veo en las niñas, todas las esperanzas.

Cosas para enseñarle a una niña

Escoje tus sueños con cuidado, y disfruta el camino para llegar a ellos. Si no los haz logrado, observa tu camino, verás cuanto haz andado y que feliz fuiste; siempre reflexiona que aprendiste de lo que no te gustó, para volver a empezar o cambiarlo por algo mejor.

No está mal rendirse, cuando diste lo mejor de ti y no funcionó, con eso te conviertes en una mujer excelente. La humildad también es un valor gigante.

Habla con tus amigas, y ten todas las amigas que puedas tener. Unas te van a ayudar, otras necesitarán de tu ayuda. Conéctate con ellas de la manera más femenina que puedas, y juega. Cuando seas adolescente píntate las uñas de los colores que quieras, hagan lo que tengan que hacer para sentirse bonitas, y no hay nada más delicioso para el autoestima de las amigas que verse bonitas juntas.

Tus mayores también pueden ser tus amigos, pero no olvides que su sabiduría los convierte en autoridad.

Come nieve, galletas y chocolates. Come dulces, porque el limón y el chamoy te estresan y te dañan más que el dulce ocasional. Llegará un día que todo te hará daño o te hará engordar, pero no hay nada mejor que un buen chocolate para colaborar con tu felicidad.

Huele las flores, siente las telas de tu ropa, busca que tu cama huela bonito. Las texturas y los olores están para recordarte lo hermosa que eres.

Busca tener buenos hábitos. Quizá sientas que es anticuado, pero estamos perdiendo sociedades completas por la falta de buenos hábitos.

Respeta a los hombres, admíralos, pero nunca te conviertas en uno. La principal diferencia entre un hombre y una mujer, es que nosotras llevamos el corazón a todas partes. Si tienes el corazón en todo lo que haces, habra hombres que te llevarán siempre en su corazón.

Felicidades, mujeres, lo escribí para ustedes con todo mi amor.

Comentarios

  1. Wow Renée, enserio que te luciste!
    Me haz conmovido tanto que he sentido un fuerte deseo de abrazarte explosivamente hasta que te salgan lágrimas de la felicidad.
    Esas somo nosotras, esas son las mujeres, las amigas, las madre-padre-estudiantes-trabajadoras-mujercitas,las soniadoras, las de corazon jubiloso, las amorosas, las siempre feminas, las triunfadoras, luchadoras, sensibles, y las que tenemos las responsabilidades de todo titulo personal juridico, emocional, existencial a la vez! al mismo tiempo y al mismo minuto.
    Vivimos muchísimas cosas en 1 solo día, y no terminaría de mencionar todo lo que analizamos, sentimos y creamos al mismo tiempo.
    Tu Nota me ha dilatado el corazón y sentirme mas fuerte y viva que nunca, ser MUJER.
    Felicidades a tí, Reina de corazones y del universo a tu alrededor, por demostrarnos tanto valor, afecto, carinio y emoción de ser NOSOTRAS MISMAS.
    Y sobre todo y lo mas importante, SIEMPRE JUNTAS, continuando el sentimiento de hermandad, de ninias, de amigas, de madres, de todo lo que involucra conocernos y querernos, siendo mujeres! Muá!
    Te QUIERO @}-,-'-- AMIGA :*
    Gracias por tenerme en tú corazón.
    b.f.4 e.

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