Agua vemos...

En estos días lluviosos en la mayor parte del país, nos preguntamos, donde estará la sequía. Sin embargo, acostumbrada a crecer en el desierto de Sonora, veo la lluvia como un milagro breve.

Últimamente me desespera la necedad del Gobierno del Estado de Sonora, de llevar agua desde la presa El Novillo a Hermosillo. (La rima no es adrede). La explicación es simple. Imaginen un vaso lleno hasta el borde, y pónganle un popote. Beban constantemente, y sin parar, agreguen agua poco a poco. Si no pueden hacer ambas al mismo tiempo, dejen de agregar agua, pero sigan bebiendo... a ver en cuanto tiempo se acaba el vaso que solía estar hasta el borde.

Es lo mismo con una presa, y el agua que se agrega depende de la naturaleza, un ente totalmente voluble y caprichoso. Otro detalle, el agua del Río Yaqui pertenece, por decreto, al Valle del Yaqui. (échense el pleito legal, que va a durar bastante).

Además, la situación de emergencia por el agua potable, no es exclusiva de Hermosillo. Guaymas y Empalme mueren de sed, entonces ¿por que la necedad?

¿Qué tanto podría aumentar el precio?

Yo creo que es otro de esos caprichos anti-priístas del Nuevo Sonora. Si bien, la propuesta era de Alfonso Elías, era la más ecológica, permanente y menos descabellada. Pero como lo que huela a sexenio pasado es peor que la peste para Guillermo Padrés y sus allegados, tienen la paranoia absoluta de que "alguien se acordará".

De cualquier manera, pisotean a autoridades científicas como el ITSON y la Universidad de Sonora, además de expertos en agua como César Lagarda. Ponen pretextos absurdos como "esa agua no es para consumo humano", mientras que en los países del Medio Oriente, tienen años con esta tecnología y viven en perfectas condiciones.

En fin, Padrés quiere seguir himnotizando ignorantes y tapando el sol con un dedo, de que su falta de creatividad lo obliga a tomar una idea de otros y correr al lado contrario.

Comentarios

Entradas populares